Reel around the fountain

Y si te preguntan qué es lo que más te gusta del mundo tú puedes responder que las antenas, pero también el cielo y las  noches de verano. Pero también los tejados, y también, y también, aquel chico que no te hacía caso. Solo cuando sabes que toda tu vida has pensado en canciones, y no en palabras. Tiene dieciocho años y una casa en Idaho. Sé que le encantaría volver a el año del gato. Nunca se apaga, se cruje, y pasa las tardes en la calle. No duerme siesta. Le puedes llamar "fresco" a 38 grados, y nunca se va a enfadar. O bueno, si se enfada todavía le puedes dar un beso. Si es muy grande a lo mejor te empuja y te grita que no quiere verte más. Pero yo siempre quiero verte. El meridiano de Greenwich nunca podrá separarnos, aunque no sepas lo que es la correspondencia, ni deletrear palabras en inglés. D-e-l-e-t-r-e-a-r. Teníamos una vida. Y me invitaba a cafés y a tiempo. Siempre a tiempo. ¿Vienes? Empezó a fumar el día que le conocí. Le quedaba muy bien ese cigarro. Pero se cansó rápido, como con todo. Llegará a ser. Y yo podré escribir de cuando hicimos en amor y de los cielos de madera. Y de las lunas de madera. Tiene dieciocho años y la tensión por las nubes ¿Crees que morirá pronto? Detente para saborear esta despedida eterna, y siempre tendrás cabida en mis pensamientos.

Amor, verano. 

Volverás algún día...