15/2/13

.

No necesitaba nada más
que su propia estupidez
para seguir
hasta destruirse.

Se dejó desmenuzar
en trocitos,
muy pequeños,
para que doliera más.

Para así sentir algo,
aunque fuese el dolor
aunque fuese la tristeza
que pensaba
que no sentiría
cuando te fueses.
Que no me conozca mucho
para que no me deje de querer.

10/2/13

DESDE QUE TÚ NO ME QUIERES YO TODOS LOS DÍAS ME MUERO.

9/2/13

T

Contra
la incomprensión
la palabra escrita:

léeme
todos los labios que puedas.

2/2/13


Nos dijimos adiós miles de veces, pero solo fue una palabra. Cinco letras. Juntas. Una detrás de otra. Nada más allá de cinco letras ordenadas para que no signifiquen nada en absoluto. Pero esta vez es diferente. Esta vez te lo he pedido. Explícitamente. He sido yo, yo lo he decidido. Te he pedido que te vayas. Hasta sabiendo que podía haberme clavado una daga en el corazón con las mismas consecuencias. Creo que lo hice. Sí, lo hice. Recuerdo haberlo hecho. Por eso me desangro en un río que fluye en tu busca. Por eso. Voy a buscarte. Voy a por ti, aunque no me veas. Aunque no me estremezca. Porque te fuiste, sí.  Pero me arrastraste en tu marcha. Y ya, no estoy. Me miro y no hay nada. Rebaño y no me quedo. Ya no soy, más que en tu garganta, cuando pronuncias mi nombre solo para decir que me has olvidado.

no vuelvas a decirme quién no soy

Yo sé perfectamente de la tristeza de Plutón en su destierro.

improvisar

[...]
-tú eres valiente- y allí 
inmóvil en mitad del frío
abriste la boca y exhalaste
y tu aliento era vapor
y yo empezaba a comprender que siempre
había estado sola 



(morir pronto es el primer paso)

F.F.

1/2/13


Yo quería salir, y todos me empujaban. Quería florecer, y nadie me regaba. Qué os debo además de la catástrofe. Qué, además de la pena.

Oh, Dios