Estoy hasta las pelotas de esta burocracia de supermercado. De que sepas a qué hora me acuesto. ¿Por qué no vas a hacer lo que quieres? ¿No sabe ya bastante a libertad? He lamido hasta la goma gastada de las botas. Pero está tu madre, y tu hermana, y hasta Dios mirando desde a saber dónde. No lo entiendes, y no quiero tenerte cerca si no vas a reventar. Y si lo hago yo primero, espero que te pringues bien. Chúpate los dedos, porque eso, es lo último que vas a saber. Cómo lo perdiste. Y si yo solo quería bailar contigo sin rozarte, entonces quizá descubras el porqué de todo el huracán. Y si aparecemos cada uno en una punta del planeta, colgados de una palmera, entonces sabré que hice lo correcto. Voy a recuperar el estatus plutónico. Voy a darme un garbeo, a joderme todos los pulmones que me quedan y a escupirle al cielo, a ver si llego. A ver si se entera que me está jodiendo ya con tanta infinitud. A ver si os parte un rayo a todos y os empieza a arder la electricidad,
o por lo menos
me ahorro las balas.