El mundo es lo que no ves. Ahora que estamos solos te diré quién te abrasó los ojos. Quién
lo quemó absolutamente todo. YO. Yo fui quien quemó la casa (Señor, sabes que soy bueno.)
quien quemó los puentes para que no pudieras volver. No podrás volver. Tú. Yo. Tú-yo. Ya no sé quién es quién. Yo. Tú-yo. Yo. Del desdén al éxtasis. Fuegos artificiales a media hasta. Luto. Primavera. Yo te arranqué los ojos.(Perdóname , Señor) Ya no puedes verlo. Todo calcinado, hermoso. Mi gesto turbado y la cerilla gastada que aún sostengo. Me recreo ante nuestra vida en llamas. Me quemé los dedos, lo quemé todo menos / mi corazón / porque jamás lo encontré. Solo vine a pedirte perdón por si no imaginabas que este era el incendio del que yo hablaba todo el tiempo. Cuéntame y dime si sigo siendo impar. Siento mucho lo de los ojos. De verdad. Siento mucho todo este dolor pero te juro que no hay otra manera. Quédate quieto. Así. Tranquilo. ¿Lo hueles?
Bienvenido al crematorio de la felicidad.