Ya no me preocupa
vivir
porque sé que te vivo
tan fuerte
que se quejan los vecinos
que todos
están ya
al tanto de nuestro
gran
estrépito
y que me exilien si no es la vida
lo que me atraviesa
mil veces
la piel
cada vez que me roza, sin querer
cada vez que me roza, sin querer
el hueso de tu cadera.
Tampoco me preocupa demasiado
morir
si eres tú quien va a matarme
y voy a esperar
contenta
que vengas a evaporar-
me
la sangre y llueva
rojo
y que parezca
de verdad
que hemos llegado al infierno.
Lo único
-pregúntale a quien quieras-,
-pregúntale a quien quieras-,
lo único
que realmente
y cuando digo realmente quiero decir, hasta el alma
cuando digo realmente quiero decir,
hasta el sueño
y la calma
y el pulso
y la rabia
lo
único
que me preocupa
y cuando digo realmente quiero decir, hasta el alma
cuando digo realmente quiero decir,
hasta el sueño
y la calma
y el pulso
y la rabia
lo
único
que me preocupa
desde hace
tiempo
es
es
no saber
es más
no tener
ni la más
remota
idea
idea
de
cómo
cómo
voy a escribirte el poema
que te mereces.