30/11/12

"y mi cama se queja
fría cuando te marchas"


Sinfónico. Ya nada es de verdad. Conformarse, o no hacerlo nunca. ¿Quién determina qué es válido?
Todo resbala mejor entre tus manos. Escapa, y solo espero que sea para siempre. ¿Dónde estoy? Cuántas veces formulé la misma pregunta al aire, esperando en vano que alguien saliera de la nada para responderme. Porque tú me preocupas. Por qué. Todo lo que te ocurre en sueños es tan real como"el golpe que me di en la cara pensando en ti." Si la única solución es volver, voy contra el iceberg. Si no lo es, voy contra el iceberg. Lléname. Por favor. Lléname para salvarme. Una mandíbula que miente y sufre. Y tengo que verte. Y no tengo ganas de enfrentarme a nada. Solo hay un camino para escapar de ti mismo. Demasiado ruidoso como para arriesgarse. Escribiré un libro de poemas y dejaré de llorar sobre tu almohada cuando no estás. Porque luego hiede a tristeza y no ha sido nadie. Porque las pocas o muchas ganas de vivir son cosa del frío. Y hoy hace mucho, mucho frío. Y mi cama está quejándose de nuevo. Y tú no vuelves.
No vuelves, como es costumbre.
Y yo
no me di ni cuenta.
Han pasado diez años y mi pulso está aún acompasado con el reloj que nunca estuvo en tu muñeca.. Un asesinato marcha atrás. El triunfo de la pasividad. La muerte de lo imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario