22/5/12

instigación

Era la revolución
y yo estaba con mi hermano tomando café
y hablando de Dios, como si eso sirviese para algo.

Luego  llegó Dylan
y  llamó a las puertas del cielo (por teléfono)
pero no vinieron
y me quise suicidar.

Y después,
supongo que después vino el ahora.

No sé por qué extraño motivo todavía no me ha dado nadie todas las hostias que me merezco.

Solo espero que no la vida no esté planeando sacudírmelas todas juntas.

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