Así que supongo que ya está. Ya no habrá más corriente. Solo esta percusión que me revienta los tímpanos. Y se acaba. Ahora. Sesenta y cinco días estáticos. Sesenta y cinco millones de imágenes regurgitadas. Inventadas. Clavarte los dedos. Hurgarlo todo. Vaciarte las cuencas. Vomitarte hasta las entrañas.
Hasta las entrañas.
Trago.
Tus
ojos
vidriosos
sajando
mi
esófago.
Sangre.
Todo estaba dicho. Cómo
no lo supe.
Cómo.
0+.
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